jueves, 14 de diciembre de 2017

CAMBIO DE OFICIO

El viejo y cansado ángel, ya sordo y casi ciego, esperaba pacientemente que la eternidad se lo tragara en el solemne rito de la expiación mutante.
Soñaba convertirse en un guerrero sanguinario, ya que, como conciliador de matrimonios desavenidos, había perdido todas las batallas.

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